Nueva York. Día 4:

Washington Square Park, Greenwich Village, Flatiron Building, MoMA, Rockefeller Center, Times Square de noche




Nos levantamos y, tras tomar el desayuno en el apartamento como cada mañana, tomamos la línea de metro A hasta West 4 St - Washington Square. Esta zona es Greenwich Village, de las que más nos gustó a nosotros. Está llena de cafés, restaurantes gourmet, tiendas, boutiques de diseño, teatros, música en las calles. Se respira un ambiente muy pacífico y familiar. Parecía sacado de una película, de hecho muchas escenas de la serie Sexo en Nueva York se grabaron en estas calles. Quizás nos encontramos con Carrie Bradshaw jaja. 
Nuestra ruta por el barrio comienza visitando Washington Square Park, era pronto cuando fuimos y no había demasiada gente. Algunos practicaban deporte, otros jugaban al ajedrez, había niños pequeños acompañados por sus "nannies" (como una peli) y estudiantes de la universidad que quedaba al lado. Mucha gente disfrutando de la mañana del viernes




Tras empaparnos del ambiente del parque nos vamos hacia el oeste para sumergirnos de lleno en el barrio. Aquí conviven artistas, intelectuales, bloggers, actores, bohemios, familias de clase alta...y esto se aprecia en las calles. Éstas están arboladas, son tranquilas y siguen un orden de casas estilo "Brownstone". Es muy pintoresco y a veces te olvidas de estar en una metrópolis. Y es que el Village es como un pueblo jaja



66 Perry St
Apartamento de Carrie Bradshaw en Sexo en NY

Estás casas son una monada. Siempre que veo una película rodada en la Gran Manzana quiero coger mi maleta y mudarme a una casa de estas. Luego miro el precio y me asusto, porque de los diez millones no baja ninguna. 
Otro edificio que se hizo muy famoso a finales de los 90 fue el de la serie Friends, que también lo encontramos en este barrio. En la esquina de Bedford con Grove


Paralela a Grove Street está Christopher Street, centro de la comunidad gay. Es la calle de más ambiente y con más cafeterías. Teníamos algo de hambre así que compramos un tentempié en el Starbucks de Christopher Park y nos sentamos a ver el rato pasar.
Tomamos en el parque la línea 1 hasta la 23 St, cerca de aquí queremos ver el Flatiron Building, otro icono de la ciudad de Nueva York


Se acerca la hora de comer, pero hemos estado mirando y los restaurantes por esta zona no son nada baratos. Como a las cuatro de la tarde teníamos que estar en el MoMA decidimos tomar el metro y comer cerca de allí. Frente al Flatiron puedes tomar las líneas R o W hasta la 57 Street. 
Habíamos leído en muchos blogs que no teníamos que irnos de NY sin antes probar las hamburguesas de Five Guys y, como había uno en la calle de detrás del MoMA fuimos a comer allí. 
El establecimiento es diminuto y siempre está llenísimo de gente. Casi discuto con unos que querían robarme la mesa jaja. Las patatas fritas estaban deliciosas y las hamburguesas también, aunque me quedo antes con las de Shake Shack. 


La comida vendría a costar unos 15$ por persona, que para ser Manhattan está bien de precio jaja.
A nosotros nos gustó mucho Five Guys y lo disfrutamos de nuevo en la Gran Vía de Madrid, donde hay un local desde hace poco. 
Bajamos la comida dando un paseo por la 5th y la 6th  y, nos encaminamos hacia el museo pues teníamos previsto estar antes de las cuatro. A esa hora queríamos entrar al MoMa, el museo de arte moderno, ya que los viernes a partir de las 16 h la entrada es gratuita. Gracias a que lo sabíamos pudimos ahorrarnos los 25$ que cuesta la entrada de normal. 
El museo era grande y como no disponíamos de todo el tiempo del mundo decidimos ir a ver las obras principales. Como los cuadros de Salvador Dalí, Frida Kalho, Malevich, Matisse, Picasso y Warhol, entre otros.

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Entradas
Adultos: 25$
Estudiantes: 14$
Menores de 16 años: Gratis

Hay obras espectaculares, aunque para los que no os guste mucho el arte también podéis relajaros en su estupendo patio. Un oasis de descanso en medio del ajetreado centro. 
El sol se va escondiendo y eso nos indica que es el momento de subir al Top of the Rock, el observatorio del Rockefeller Center. Disfrutaremos las vistas con los últimos rayos de sol y el encendido nocturno de luces.
Las entradas las canjeamos el día anterior así que no tuvimos que hacer colas para entrar. Llevábamos nuestra hora de visita en los tickets y nos dejaron subir sin esperas. 
El observatorio tiene varias alturas con terrazas, algunas están acristaladas y las vistas molan menos. 
La primera planta observatorio es cerrada, la segunda es exterior pero con cristal. Mi consejo: sube desde la terraza acristalada por las escaleras exteriores hasta la última planta, tiene la mejor vista.

 Vista sur aún de día

Vista norte, con Central Park

 Encendido de luces

Sin duda está es la mejor vista de la ciudad. Muy recomendado. Si quieres subir a un rascacielos en Nueva York y no sabes a cual, escoge Rockefeller Center. Podrás observar la inmensidad de Central Park y a la vez ver los edificios más famosos.
Nosotros compramos el city pass y una de nuestras entradas la canjeamos por el Top of the Rock. Si no tuvieseis ese pase estos son los precios:

- Adultos: 34$
- Niños (6-12 años): 28$
- Menores de 6 años: Gratis

Como veis el sol se ha escondido y es hora de cenar. Otro restaurante que teníamos muchas ganas de ir era Stardust Diner, un restaurante típico americano ambientado en los años 50 donde los camareros cantan a la vez que sirven las mesas. 
Estaba a poco más de cinco minutos andando del Rockefeller así que llegamos rápido. Lo que pasa es que nos encontramos con una cola que casi daba la vuelta a la manzana, madre mía, se notaba que era viernes. Encima en ese momento se puso a chispear, señal de que no debíamos esperarnos en la cola y tirarnos allí la vida. Decidimos buscar otro sitio y ya volveríamos otro día a Stardust a comer, que habría menos gente. 
Times Square pillaba a cinco minutos, así que quisimos fotografiarlo esta vez de noche. Con todas las luces y carteles iluminados. De noche la multitud de gente no disminuye, esto está siempre hasta los topes. Verlo de noche tiene un aire futurista y, creo que vale la pena visitarlo tanto de día como de noche para ver el ambiente que se respira en la plaza.





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