Norte de Croacia

Zagreb, Lagos de Plitvice y Zadar


En este post os traemos una pequeña ruta que hicimos con amigos por el norte de Croacia.
El país no es demasiado extenso si lo comparamos, por ejemplo, con otros países como España, Francia o Alemania. Sin embargo, se trata de una nación muy estrecha pero alargada. Por lo que, aunque es posible, decidimos no recorrer el país por completo. Ya que no disponíamos de días suficientes para hacerlo, apostamos por disfrutar, en esta ocasión, de las maravillas que nos ofrecía el norte de Croacia y, reservar la Costa Dálmata, con ciudades como Dubrovnik o Split, para más adelante.

La antigua Yugoslavia es toda una incógnita para nosotros y para mucha gente. Nosotros acabábamos de conocer Eslovenia, un país precioso y que recomiendo encarecidamente.
Hoy en día estos destinos están ganando cada vez más y más visitantes, que llegan desde todas partes del mundo para descubrir los misterios que estas tierras esconden. Son lugares con un turismo prácticamente sin explotar, que se están abriendo hueco entre los grandes destinos europeos.

Entre ellos destaca Zagreb, la capital croata, que se ha quedado olvidada por otras capitales centroeuropeas y, eclipsada por sus ciudades vecinas de la Costa Dálmata. No cabe duda que la publicidad que ha recibido Dubrovnik, por ejemplo, al ser escenario de series como Juego de Tronos, ha hecho que acudan cientos de miles de fans ansiosos por recorrer las murallas que aparecieron en la serie. Además, tanto esta ciudad como Split, son puertos de entrada al país de muchos cruceristas que viajan por el Adriático entre Italia, Grecia y Turquía. Es por todo ello que el interior del país pasa un poco desapercibido ante el ojo del turista. Y de ahí que queramos enseñaros que verdaderamente vale la pena. 
¿Nos acompañáis?

Lagos de Plitvice

Día 1. Centro de Zagreb

Llegada a Croacia

Nuestra llegada a la capital tuvo lugar a primera hora de la mañana. Prácticamente con la salida del sol pasábamos el control de la frontera croata, puesto que nuestro viaje hasta allí había sido por carretera desde Alemania. 
No obstante, otro de los puntos de acceso a la ciudad es a través de su aeropuerto internacional, el cual conecta con otras capitales y grandes ciudades europeas. Aerolineas de bajo coste vuelan también a otras ciudades del norte de Croacia como Zadar o Rijeka, por lo que pueden ser alternativas posibles de entrada al país y, luego, una vez dentro, moverse en autobús o coche de alquiler.

Una vez nuestro bus nos dejó en la estación, tomamos el tranvía para llegar al hostel donde pasaríamos la noche. Tan solo íbamos a dejar las maletas, ya que era todavía muy temprano y queríamos aprovechar al máximo nuestro único día en la capital.

Una vez hecho el check-in del alojamiento nos pusimos en marcha, camino hacia el centro, en busca de un sitio donde desayunar.

Qué visitar

El hostel donde nos hospedábamos estaba algo apartado del centro, como a una media hora a pie, por lo que decidimos inspeccionar un poco el barrio antes de dirigirnos al corazón de Zagreb. 
Para nuestra sorpresa, nos topamos con un mercado lleno de productos del campo, donde los únicos turistas éramos nosotros y, donde se respiraba un ambiente local muy agradable. Valió la pena conocer, por un rato, la rutina de los habitantes de la capital en un día cotidiano, alejado del meollo más turístico.

Mercado Trznica Tresnjevka

Siguiendo nuestro camino hacia el centro, pasamos por delante de algunos de los edificios más bellos de la capital, como el Mimara, museo de arte de la ciudad y, el Teatro Nacional Croata, que destaca por su llamativo color amarillo. No entramos a ninguno de estos edificios, porque al permanecer tan solo un día en Zagreb preferíamos recorrerla y empaparnos de ella a pie, en lugar de encerrarnos en museos y demás. 

Museo Mimara

Teatro Nacional Croata


Desde el Teatro Nacional anduvimos hasta la plaza principal de la capital, la plaza Ban Jelacic, lo que para los españoles vendría a ser como La Puerta del Sol de Madrid, el centro neurálgico de Zagreb y punto de encuentro de turistas y locales. 
La plaza está presidida por una estatua ecuestre del general Josip Jelacic, el cual da nombre al lugar y es considerado héroe nacional. Bajo la estatua se reunen muchos tours que hacen la visita al centro histórico. Nosotros habíamos reservado con antelación en uno de los tours, más concretamente el que organiza Free Spirit Tours, para realizar esta visita gratuita de unas dos horas alrededor del casco antiguo de Zagreb. 
Esta agencia suele partir desde la plaza, cada día, a las 11:00 de la mañana. Concluyendo en torno a la 13:00  en el mismo lugar. 



En la misma plaza, antes de comenzar el tour, pudimos disfrutar de un grupo de locales vistiendo sus trajes regionales típicos, cuyo color predominante es el rojo y, donde cabe destacar el trabajo elaborado de los chalecos de la vestimenta.  El grupo ofrecía música ambiental y algunos dulces caseros a los visitantes.




La visita guiada comienza dirigiéndonos a la parte alta de la ciudad, desde la que se observan unas vistas increíbles de la parte baja del centro. Aquí encontramos algunos de los atractivos turísticos de la capital como la torre Lotrscak, el parlamento o la iglesia medieval de San Marcos, que es símbolo de la ciudad por la belleza de su cubierta a dos aguas, acabada con baldosas cerámicas que forman un mosaico precioso. En la misma plaza, cada fin de semana, puede uno asistir al cambio de guardia, que tiene lugar al mediodía entre los meses de abril a octubre. 

Panorámica de la parte baja con la catedral al fondo

Torre Lotrscak

Cambio de guardia frente al Parlamento

Cambio de guardia frente al Parlamento

Iglesia de San Marcos

Siguiendo la calle Kamenita volvemos a la parte baja del centro. Atravesando la Puerta de Piedra se llega a la calle Ivana Tkalcica, la parte más profunda del casco antiguo, ya que antiguamente, esta calle era por donde cruzaba el río atravesando la ciudad. Hoy en día es una de las arterias principales del casco viejo y, siendo peatonal, ello ha dado pie a la aparición de decenas de tiendas de souvenirs, locales de ocio, restaurantes y cafeterías. Creemos que sin duda es un buen lugar para venir a comer o cenar. Nosotros volveríamos esa noche para disfrutar del ambiente nocturno.

 
Puerta de Piedra

Puerta de Piedra

Calle Ivana Tkalcica


Muy cerca de aquí se encuentra el Mercado Dolac, de los más grandes de la ciudad, lleno de puestos de fruta, verdura, carne, flores, souvenirs...Aunque si por desgracia pasáis por él hacia el mediodía, como fue nuestro caso, los puestos están prácticamente vacíos, ya que cuando más vitalidad tiene es a primera hora de la mañana. 
Tras dar la vuelta al mercado, fuimos hacia la catedral neogótica. El impresionante interior acoge al visitante en un oásis de frescor y belleza arquitectónica, contrarrestando el exhausto calor exterior del verano croata. 
Descansados unos minutos, el tour finaliza junto a la plaza donde comenzó, que queda a escasos metros de la catedral. 

Mercado Dolac

Catedral de Zagreb

Catedral de Zagreb

Era la hora de comer cuando el tour finalizó y, fuimos de nuevo a los alrededores del Mercado Dolac para buscar un restaurante donde comer. 
Aquí degustamos el Cevapcici, un plato típico de los Balcanes que viene a ser como unas salchichas a la parrilla. Nosotros ya lo habíamos probado unos meses atrás en Eslovenia, pero, por costumbre, no podemos irnos de un país sin pedir uno de sus platos más característicos. 
Llenos nuestros estómagos vimos que junto a la catedral había un enorme parque donde poder refugiarnos de las horas más calurosas del día. Por lo que decidimos ir al parque Ribnjak a tumbarnos y descansar. 



Cuando el calor empezó a dar tregua e iba atardeciendo, nos pusimos en marcha de nuevo hacia el centro, se nos habían antojado unos helados y además queríamos comprar algunos recuerdos del viaje.
De hecho, voy a hablaros del souvenir por excelencia de la capital, el cual tiene una historia muy bonita. El corazón llamado "licitar" es el obsequio más popular del país, tanto que se ha convertido en Patrimonio Inmaterial de la Humanidad. Se trata de una galleta de genjibre que tradicionalmente los hombres regalaban a su amada. También se conoce como pieza artesanal tallada en forma de corazón, que puede incluir un espejo para que la persona poseedora del corazón se viera reflejada en él. Hoy en día estos corazones llenan las tiendas de souvenirs y, pueden encontrarse en galletas, imanes, tazas, camisteas, etcétera. 


La tarde de compras dio paso al atardecer y quisimos contemplarlo desde la parte alta de la ciudad, para ver la parte baja iluminada por la puesta de sol.
Una vez cayó la noche, regresamos a la calle Ivana Tkalcica en busca de alguna terraza donde poder cenar. Las opciones son infinitas así que seguro que no tardás en encontrar un restaurante que sea de tu gusto. La calle es preciosa, peatonal y con edificación baja. El ambiente que desprende al anochecer es de fiesta, celebración y disfrute. 

Ciudad baja al atardecer

Calle Ivana Tkalcica

Aquí acababa nuestro primer y último día en Zagreb. Al día siguiente nos levantaríamos temprano y dejaríamos la capital para aventurarnos en uno de los atractivos más espectaculares de Croacia, los Lagos de Plitvice.


Día 2. Lagos de Plitvice
El Parque Nacional de los Lagos de Plitvice es una reserva forestal de aproximadamente 300 kilómetros cuadrados, famosa por sus  16 lagos, cascadas y arroyos. Esta maravilla de la naturaleza es uno de los atractivos obligados del país que no puedes perderte. Y, aunque no está permitido el baño en sus lagos, los senderos y recorridos a través del parque bien merecen la pena. Su desbordante belleza ha hecho que el parque se incluya dentro de la lista de Patrimonio Mundial de la Humanidad. 

Cómo llegar a los Lagos de Plitivice

Sin duda la mejor opción para llegar es con vehículo propio. Un coche de alquiler permite una mayor libertad de horario, pudiendo llegar e irse del parque cuando a uno le apetezca. Junto a los accesos existen zonas de estacionamiento para aparcar el coche durante el día. 
No obstante, aunque creemos ésta es la forma más cómoda de llegar desde Zagreb o Zadar, puesto que se encuentra a mitad de camino entre ambas, nosotros optamos por el autobús para llegar hasta allí. 
Éramos un grupo bastante numeroso y no quisimos alquilar varios coches. Elegimos el autobús por viajar todos juntos.

La verdad que el trayecto desde Zagreb, de unas 2 horas, hasta Plitvicka Jezera se nos pasó rápido. Habíamos tomado el primer autobús Flixbus de la mañana (a las 8:00) para estar en la entrada 2 del parque en torno a las 10. 
El autobús de la tarde saldría hacia las 15:15 (hay otro a las 17:00) dirección Zadar. El cual en menos de 2 horas nos dejaría en la costa dalmata.

Visita del Parque Nacional

Como llegamos cargados con las maletas, en el mismo edificio de información y venta de billetes de la entrada 2 preguntamos dónde podíamos dejarlas. Ellos nos abrieron un almacén y nos permitieron dejarlas allí de manera gratuita. 
En este punto puede uno comprar las entradas al parque. Nosotros quisimos comprarlas de manera online, con antelación, porque siendo temporada alta no queríamos arriesgarnos. 
Junto al acceso se toma el pequeño tren que conecta algunos tramos del lago. Nosotros nos dirigimos hacia los lagos superiores, para acabar la jornada en los lagos inferiores.

Existe un total de 7 rutas para visitar el enorme parque. Las más cortas de un par de horas y la más largas de unas 6-8 horas.
Nosotros quisimos hacer una ruta completa, creo recordar que fue la H (de unas 4-6 horas de duración) y que viene a ser la inversa de la ruta C. Siendo la primera la que parte desde la entrada 2 y la C desde la 1. 
Hemos escuchado que la mejor ruta de hacer sería la C, puesto que vas encontrándote las cascadas de frente. Aunque nosotros, al haber llegado en autobús hasta la entrada 2, no nos quedó más remedio que hacer la misma en sentido inverso. De todas formas, no nos arrepentimos, puesto que el recorrido nos impresionó de igual manera. Además, una de las ventajas de esta ruta es que se empieza por la parte alta del parque y la ruta desciende hacia los lagos inferiores, por lo que el recorrido no se hace para nada pesado. 

Lagos superiores




Sí bien es cierto que los lagos inferiores son más conocidos por su belleza y el número de cascadas que en ellos desembocan. Por lo que dejarlos para el final no es tan mala opción, será la guinda del pastel del recorrido. 
Hacia la mitad de la ruta, para cruzar de los lagos superiores a los inferiores, se toma un barco, cuyo precio viene inculido en la entrada, que atraca en una zona de esplanada perfecta para comer, con alguna cafetería, tienda de souvenirs y mesas de picinic si por lo que sea te has traido la comida de casa jajaja. 

Lagos inferiores




Una vez hemos descansado y comido algo en este paraje con vistas al lago, volvemos a la ruta para terminar de completarla visitando los lagos inferiores. Este parque, a pesar de tener unas 90 cascadas, cuenta con la conocida como "The Great Waterfall", la más grande del parque y del país. 
Además, en esta parte del parque, los tonos del agua se muestran más coloridos y cambiantes. Variando entre tonos azules y verdes, se genera ese turquesa tan atractivo que da ganas de zambullirse en él jajaja.





Acabada la ruta, volvimos en el tren que recorre el parque hasta la entrada 2, donde teníamos nuestro equipaje y desde donde partía el autobús que nos llevaría a nuestro próximo destino, la costa dálmata.

Día 3. Sakarun beach

Aquella mañana de julio se nos despertó un día estupendo. Totalmente soleado y sin nubes a la vista. Para aprovechar nuestra primera jornada en la costa decidimos buscar alguna playa espectacular próxima a Zadar. Sí bien es cierto que hay decenas de playas bonitas en los alrededores de la ciudad; sin embargo, leímos sobre una en concreto que la pintaban maravillosamente. Se trataba de Sakarun Beach. Esta playa se encuentra en la isla Dugi, o como la llaman allí, Dugi Otok, una larguísima isla próxima a Zadar, aunque a unas dos horas de trayecto en ferry.

La compañía naviera que utilizamos para desplazarnos desde el puerto de Zadar hasta Brbinj (un pequeño pueblo pesquero en la isla Dugi) fue Jadrolinija. El coste del trayecto era de unas 30 HRK (4 eur al cambio). Existe la opción de subir al ferry con vehículo propio, el precio entonces es algo mayor.

La hora y cuarenta minutos no se nos hizo pesada, pues disfrutamos de las hermosas vistas que había de la ciudad de Zadar, tomamos el sol y nos recorrimos el barco de proa a popa.


El ferry realiza este recorrido unas 3-4 veces al día, por lo que es importante conocer los horarios tanto de ida como de vuelta para no perder el último ferry de la jornada. En la página web de la compañía puedes comprobar los precios y los horarios, que varían según si viajas entre semana o en fin de semana.

Cuando el barco atracó en Brbinj había un autobús esperando a los pasajeros para llevarnos a otros puntos de la isla, aunque la gran mayoría éramos turistas que ansíabamos llegar a Sakarun Beach.

Tras unos 20 minutos, el autobús nos dejó en la entrada del sendero que llegaba a la famosa playa de la que tantas maravillas habíamos leído. Por suerte, no nos decepcionó. La playa lucía un aspecto paradisiaco, con aguas turquesas y cristalinas, arena fina y blanca y, vegetación que rozaba prácticamente la costa. Al haber ido un día entre semana, no encontramos demasiada gente. Tenía un ambiente estupendo, muy tranquilo y típico mediterráneo. Con un par de chiringuitos donde podías comer con vistas al mar.

La playa, en forma de medialuna, está reservada exclusivamente para el disfrute de los bañistas, mientras que los barcos privados que llegan hasta allí se quedan más atrás de las boyas. En algunos de estos vimos incluso alguna que otra fiesta a la que no nos hubiera importado que nos invitaran jajaja. Aunque en los chiringuitos de la playa también se respiraba un ambiente muy agradable, por lo que no nos podemos quejar.



Estuvimos unas tres horas en aquella playa hasta que se hizo la hora de ir a la parada de autobús. No recuerdo si tomamos el último o penúltimo del día, aun así, cabe ser previsores e informarse antes de los horarios de cuándo pasan, puesto que son muy pocos a lo largo del día.

El autobús nos dejó en el mismo puerto de Brbinj, a unos pocos minutos de que partiera el ferry de vuelta a Zadar. Ambos transportes funcionan de manera coordinada para que no tengas que hacer largas esperas.

A nuestra llegada a Zadar todavía era de día, así que decidimos deambular un rato por el casco antiguo, ya que aún no lo conocíamos. Recorrimos algunas de sus calles principales hasta llegar al paseo marítimo, fue entonces cuando el sol empezaba a esconderse.

Puerta de Terraferma

Torre del Capitán


Desde este mismo paseo se obtiene, según dicen, uno de los mejores atardeceres de Europa. Donde puedes ver como el sol desaparece hasta fundirse con la línea del horizonte del mar.

Pero este paseo marítimo no solo es famoso por la puesta de sol, sino que aquí se encuentra otro de los atractivos de la ciudad. Éste es conocido como el Órgano del Mar y, se trata de un conjunto arquitectónico de escalones que funciona como instrumento musical. Cuenta con varios orificios en los que rompe el empuje de las olas y el viento, generando sonidos que retumban a lo largo del paseo, amenizando el ambiente frente al mar. Sin duda una peculiar atracción que no debéis perderos si venís a Zadar.

 

Una vez el sol se puso decidimos volver hacia el alojamiento para descansar, había sido una jornada bastante larga y estábamos agotados. Para celebrar nuestra última noche del viaje nos hicimos una buena barbacoa en el alojamiento, ñam ñam.

Día 4. Zadar y vuelta a casa

El viaje parecía llegar a su fin y, quisimos aprovechar el día para recorrer el casco antiguo de Zagreb, el cual apenas habíamos podido conocer la noche anterior. 


Plaza de los cinco pozos 

Fosa

Catedral de Zadar 

 Iglesia de San Donato de Zadar y el Camapanario

Iglesia y Monasterio benedictino de Santa María 

Foro romano

Muelle frente al foro romano

Órgano del Mar

En las pocas horas que nos quedaban en la ciudad visitamos algunas calles pintorescas, tiendas, iglesias, el foro romano y, acabamos el tour de nuevo en el paseo marítimo, junto al Órgano del Mar, para despedirnos de este hermoso país a lo grande, viendo como se mezclan locales y turistas  a lo largo del paseo marítimo, disfrutando de las vistas, el baño y, esperando a que llegue la ansiada puesta de sol.

Nuestra estancia había concluido, de aquí solo nos quedaba ir a tomar el autobús para el aeropuerto, era hora de regresar a casa.